Tras la revolución del Wii, Microsoft da un paso adelante al permitir que se juegue sin controles.
La industria de los videojuegos no les da respiro a los consumidores.
Hasta hace unas semanas, los fanáticos de la diversión virtual se sorprendían con el alcance de la consola Wii (Nintendo) y sus revolucionarios controles inalámbricos.
Ahora el turno es para el gigante informático Microsoft, que desde los primeros días de noviembre venderá el Kinect, un accesorio que les permite a los usuarios de la consola Xbox 360 jugar sin un control en sus manos.
"El jugador es el control, ya que el sensor (Kinect) reconoce todo el movimiento corporal y facial, así como los comandos de voz. Mientras otros se ocupan en poner más accesorios en las manos y el cuerpo, nosotros eliminamos la última barrera entre la persona y las experiencias", explica la firma de Bill Gates.
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