Parece que para un equipo de ingenieros mecánicos adictos a la velocidad de Ohio en Estados Unidos, esta semana ha sido de todo menos lenta. Estos fieras de la ingeniería, utilizaron el modelo Buckeye Bullet en su versión 2.5 con un equipamiento completamente eléctrico para superar el récord mundial de velocidad para este tipo de vehículos, alcanzando una velocidad máxima de 515 kilómetros por hora en el Bonneville Salt Flats.
El equipo del Buckeye Bullet mediante la colaboración del Centro de Investigación para Automóviles de la Universidad Estatal de Ohio y un grupo de patrocinadores, han ido compitiendo con vehículos eléctricos desde hace más de una década, pero el VBB 2.5, como es más conocido por sus siglas, ha supuesto su primera carrera en el que ha sido impulsado completamente mediante batería eléctrica. El pasado año la versión VBB 2 fue impulsado con pilas de combustible de hidrógeno, estableciendo el récord mundial de su clase alcanzando una velocidad de 487 kilómetros por hora.
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